sábado, 9 de mayo de 2009

COMIENZA LA ...



Con antecedentes familiares, directos e indirectos....Antes de llegar a obtener la Autorización oficial, casi todos hemos pasado por situaciones que han influido en esta afición y en mi caso se remonta a finales de los años sesenta donde, junto con mi madre, ayudaba al montaje de las antenas cúbicas que mi padre construía.

Libros de radio y antenas, aplicación de fórmulas, cálculo de medidas, hilo de cobre, cañas de bambú, trabajo de cerrajería, montaje, ajustes y a disfrutar. Hasta que el temporal de turno hacía los destrozos correspondientes y a recoger los restos para volver a empezar con la ilusión de mejorar el diseño anterior.

Llegaban tarjetas de lugares que tenía que mirar en el Atlas para hacerme una idea, y visitas a la isla de esos amigos de común afición.

Ya en los años setenta, con los “walky-talky”, jugábamos a mejorar sus capacidades, modificando la antena original para llegar y recibir más lejos. Exactamente igual que hoy intentan mejorar las comunicaciones entre ordenadores sin hilos y por ondas de radio (Redes inalámbricas Wi-Fi).

En los ochenta, viviendo en Tenerife, continuaba la afición a nivel local, con S/C de La Palma con charlas familiares y además de continuar con la experimentación y construcción de antenas, reciclando o comprando tubos de aluminio.
Es en 1.989 cuando compro el libro de exámenes, obtengo el correspondiente diploma, solicitando mi Licencia (Autorización), dando de alta un “walky-talky” regalado por mi esposa. Continúo experimentando, apoyándome en la bibliografía adquirida, para tener comunicaciones garantizadas con S/C de La Palma tanto del norte como del sudoeste de Tenerife y norte de la Gomera por motivos laborales. Pero es con la llegada del ordenador y su conexión con el “walky-talky” podemos comunicarnos enviando y recibiendo mensajes de cualquier parte del mundo por nuestra antena sin necesidad de utilizar y pagar a las compañías telefónicas.

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